Los
beneficios del ajedrez

(
Autor: Javier Cordero Fernández - ©
Cuenca en jaque )
Cada
vez se está profundizando más en este tema, por su
importancia y por sus aplicaciones en un futuro próximo. Y es que el ajedrez no sólo es un
deporte que te puede dar muchas horas de diversión,
también puede ser una actividad que sirva para
desarrollar tu mente e incluso para mejorar nuestra
salud a largo plazo.
Empecemos
por un tema importante: lo que puede llegar a aportar el ajedrez
en la infancia. El ajedrez puede ser una herramienta eficaz
para ayudar en la formación de un niño, de hecho
cualquier actividad que obligue a ejercitar nuestra
mente siempre resultará positiva. El cerebro de un niño absorbe más
cantidad de información, y lo hace de una forma más
natural, que el de una persona de edad más avanzada. Por eso,
todo lo que se aprenda a edades tempranas quedará
impreso en nuestra memoria de forma más indeleble. El
ajedrez exige una gran concentración, por lo que
nuestro cerebro se ve sometido a una gran actividad, esa
es la base de los beneficios que reporta, es como si
obligásemos a nuestro cerebro a hacer ejercicio, por lo
que conseguiremos mantenerlo en plena forma. Podemos
decir que el ajedrez es la gimnasia de nuestra mente.

Pero
el niño no se verá solamente recompensado en su salud,
el ajedrez también le ayudará en diversos aspectos que
favorecerán su rendimiento escolar y el desarrollo de
su mente. Lo primero que llama la atención es el cambio
en su forma de comportarse: aprenden a respetar al rival
y se conducen de una forma más tranquila y reflexiva...
esto se puede comprobar a las pocas semanas de comenzar
cualquier curso, el niño, en la mayoría de los casos,
cambia su actitud excesivamente nerviosa y revoltosa,
por otra más sosegada y de mayor respeto hacia los que
le rodean. También podemos hablar de mejoras en la capacidad de
concentración, aprenderán a planificarse (ya que en
sus partidas tendrán que idear planes de juego),
adquirirán precisión a la hora de realizar
tareas, aprenderán a gestionar su tiempo de forma más
efectiva o mejorarán su nivel de atención, su
pensamiento lógico y su capacidad de cálculo...
demasiadas virtudes para pasarlas por alto.
Gracias
al ajedrez nuestra mente se mantendrá ágil y lo hará
durante toda nuestra vida. Pero esto no es simple
palabrería, hace algunas semanas se han hecho públicos
los resultados de una investigación relacionada con el
ajedrez y la mente, desarrollada en el Hospital
Universitario de Valencia. En dicha investigación se
incluyeron a 120 personas entre 57 y 87 años, que
fueron divididos en dos grupos de 60. A los integrantes
del primer grupo les fue impartido un curso de ajedrez
durante un año. Los del segundo realizaron, durante ese
año, otras actividades que exigían poco desgaste
mental.
Los resultados fueron
claros: el segundo grupo no experimentó ninguna mejoría
en su rendimiento cerebral, sin embargo, el primer
grupo, que participó en el curso de ajedrez, contó con
un 65% de sus integrantes que dieron resultados
positivos, algunos de ellos verdaderamente
espectaculares. La doctora responsable de la
investigación comentó los resultados de la siguiente
forma: "Mejoraron sus funciones visioespaciales y
su rapidez mental y, en general, eran menos lentos a la
hora de procesar la información que recibían".
Como es lógico, todas estas mejoras pueden ser
aplicadas a muchas actividades cotidianas de la vida,
mejorando la calidad de ésta. Además, las personas que
realizaron el curso reconocieron sentirse más
autónomos y menos dependientes de terceras personas
(como sus hijos o cuidadores).

Tampoco
hay que perder de vista que el ajedrez es una actividad divertida, que se puede
jugar en cualquier sitio y que nos reportará horas de
entretenimiento. No hay por qué pensar que todo
el que lo practique se tiene que dedicar a ello profesionalmente, el
ajedrez es un juego milenario, tan amplio que uno lo puede afrontar de
distintas formas: como simple aficionado, como jugador de club, como
jugador amateur o como profesional. Además, el ajedrez es el deporte
que mejor se ha adaptado a las nuevas tecnologías, desde el
desarrollo de programas de juego a la presencia masiva en internet a
través de miles de páginas. De hecho cualquiera puede jugar desde su
casa, en cualquiera de los múltiples servidores de juego, contra
rivales de cualquier rincón del planeta.
También
sería bueno terminar con el mito de que este es un
juego para personas muy inteligentes. Yo creo que con
práctica, cualquiera puede alcanzar un buen nivel y
seguro que esto traerá aparejado ciertas mejoras a
nivel de rendimiento cerebral. Así que no os engañéis,
cualquiera se puede acercar al ajedrez y disfrutar...
bueno, todo el mundo no, a la vista de esta radiografía
creo que Homer lo iba a tener complicado:

En definitiva,
padres y madres conquenses, plantéense seriamente que sus hijos
jueguen al ajedrez, no sólo dispondrán de una actividad divertida en
la que invertir sus horas libres, sino que obtendrán beneficios
mentales que les servirán para el resto de su vida. Además podrán
competir con otros niños, hacer nuevos amigos y mejorar su
capacidad para relacionarse con otras personas.
Así
que ya saben, cultiven su mente (con el ajedrez, la lectura, el
cine...) y esto les dará grandes beneficios.
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